Con una infusión del dulce y sensual aroma del tabaco, esta es una oda poética a aquellos que queman la vida por ambos extremos.
Para aquellos para quienes el exceso es una forma de vida, a quienes les encanta celebrar los placeres de vivir en el lujo más opulento. A quienes saben que el tiempo pasa tan rápido que la vida hay que vivirla intensamente y celebrarla al máximo.
Vivir peligrosamente tiene sus límites y el desencanto es inevitable. Cuando termina la fiesta y cae la cortina de humo, resurgen las ilusiones perdidas. Una revisión de la realidad trágica y fascinante.
“¡Rápido, rápido, el mundo se está acabando! Nuestra propia existencia necesita cuidados urgentes.
En medio del rugido de los cañones, el champán fluye. Corchos en el aire, ¿podrían estar en llamas?
Debajo de la cortina de humo, la vida es un juego decadente”.
Serge Lutens
