Según Donna Karan, el oro siempre le ha atraído por su pasión y poder y, como diseñadora, siempre le han gustado las combinaciones de color dorado y negro. Finalmente logró crear una fragancia que reflejara su calidez, poder y atractivo.
La fragancia se compone de dos elementos principales que desprenden un aroma a oro: el lirio de Casablanca y el ámbar. El lirio es embriagador y chispeante, atrae y seduce, mientras que el ámbar es cálido, como un toque de oro.
Esta fragancia complicada y poderosa, pero también suave y femenina, incluye las siguientes notas: lirio, ámbar, acacia, clavo blanco, bálsamo de oro, polen dorado y pachulí del este de Asia.